Las Tensiones Cotidianas y tu Cabello: Un Vínculo Real
El estrés y la ansiedad no solo afectan a nuestra mente, también pueden dañar nuestro cabello. Nuestro pelo, como cualquier otro órgano, es influenciado por múltiples factores. La salud capilar está conectada a nuestro estado de ánimo, alimentación, descanso, hábitos y costumbres. El ejercicio positivo contrasta con el tabaco y el alcohol negativos.
El efluvio telógeno, responsable de la caída capilar, está vinculado al estrés y la ansiedad según investigaciones científicas. Si buscas la mejor clínica de injerto en Madrid, la Dra. Andrea Alvarez es tu respuesta. Ofrecemos tratamientos capilares y injertos capilares. ¡Contáctanos! A continuación, exploramos la relación entre el estrés, la ansiedad y la salud capilar.
Efluvio Telógeno: Estrés y Caída Capilar
Esta condición capilar surge entre dos y cuatro meses después de un episodio de estrés. Causa pérdida difusa de pelo. El estrés emocional, enfermedades graves, partos o cirugías pueden desencadenarlo.
Si el estrés o la ansiedad persisten, se llama efluvio telógeno crónico. Afecta más a mujeres y muestra síntomas como:
Pérdida súbita y rápida del cabello.
Reducción uniforme en la densidad del pelo.
Fragilidad y debilidad capilar.
La recuperación suele ser instantánea. Una dieta equilibrada, tratar el cabello con suavidad y consultar a un médico son recomendados.
El Estrés y su Impacto en el Cabello
El descanso es crucial, la falta de sueño puede desencadenar problemas capilares. La enfermedad redistribuye los nutrientes necesarios para el cabello a otras áreas del cuerpo, resultando en adelgazamiento y alopecia.
Jóvenes experimentan más canas debido al estrés moderno, ritmos frenéticos y tensiones emocionales. El exceso de trabajo puede dejar el cabello sin brillo y debilitado debido al agotamiento. Rascarse la cabeza por estrés o ansiedad puede dañar los folículos, causando pérdida de cabello prematura.
La Alopecia por Estrés: ¿Qué es?
La sociedad vive a un ritmo frenético, aumentando el estrés inconscientemente. Esto puede desencadenar alopecia por estrés o “alopecia nerviosa”. Afecta a hombres y mujeres, hasta el 70% de los folículos pilosos, incluidas zonas resistentes.
El cuerpo responde al estrés elevando los niveles de cortisol en la sangre, debilitando los folículos y causando pérdida de cabello. La relación estrés y caída del cabello sigue tres patrones:
Efluvio telógeno: pérdida de pelo en la fase de caída.
Tricotilomanía: arrancarse el cabello compulsivamente.
Alopecia areata: ataque del sistema inmunológico a los folículos.
La caída capilar por estrés suele ser reversible. Para resolverlo, debemos tratar el estrés. Visitar la Dra. Andrea Alvarez en Madrid para obtener diagnóstico y soluciones capilares es un paso hacia la recuperación. Te informamos sobre el proceso de injerto capilar y te mostramos resultados naturales y sorprendentes.